El verano es una de las estaciones más bonitas, porque nos permite estar al aire libre, ir a la playa y disfrutar del sol. Pero a veces el calor excesivo, sobre todo si es inesperado, puede causar graves daños a nuestros peludos amigos. Al igual que nosotros, sufren de calor y puede ser incluso más difícil de entender, ya que a diferencia de los humanos, no sudan y por lo tanto no pueden bajar su temperatura corporal.
En cuanto a nosotros, para defendernos del calor, podemos beber más agua, evitar salir durante las horas más calurosas y usar bloqueador solar para protegernos del sol.
Pero, ¿cómo podemos proteger a nuestros animales del calor?
Aquí hay algunas reglas simples pero importantes:
1 Protégelos del golpe de calor : cuando saquemos al perro a pasear, evita las horas más calurosas, especialmente para los perros de pelo largo. El momento ideal sería temprano por la mañana o por la noche.
2 No los fuerces demasiado: cuando hace mucho calor es bueno no cansarlos demasiado a través del juego o los paseos. Tenga cuidado con signos como dificultad para respirar, boca muy abierta y salivación excesiva, que pueden ser signos de fatiga.
3 Protégelos del calor : Cuando notamos que el perro tiene calor, podemos refrescarlo con un paño húmedo o mojándole a menudo la cara, piernas y espalda, que son las partes más expuestas a los rayos solares. Son trucos sencillos, pero que nuestro perro peludo agradecerá.
4 Nunca agua helada : en el calor muchas veces pensamos que la comida y el agua dulce dan alivio, pero hay que tener cuidado de que nunca sea agua especialmente helada. El agua debe estar siempre a temperatura ambiente, lo mismo ocurre si decidimos mojarla.
En cuanto a los gatos , sin embargo, todo es más fácil. Como sabemos que nuestros gatos son muy hábiles para buscar y encontrar lugares donde no ser molestados, también serán muy hábiles para buscar los lugares más frescos de la casa. En cualquier caso, para evitar que incluso las partes más frías de la casa se calienten, cierre las ventanas y persianas durante las horas más calurosas . Pero si aún sufren de calor, los principales síntomas de insolación a reconocer son: sibilancias, encías oscuras, salivación excesiva, debilidad, mareos, temblores y en algunos casos incluso vómitos y diarreas.
En estos casos, es bueno enfriar al gato con un paño húmedo y fresco y darle de beber agua.
¡Estos son trucos sencillos que pueden hacer que nuestro peludo amigo se sienta mejor durante los meses de verano, para que pueda disfrutar de la temporada más bonita como nosotros!