El perro es por naturaleza un carnívoro y, si bien hoy es difícil imaginarlo como un depredador, lo es en todos los aspectos.

Debido a esta predisposición natural, si fuera libre por naturaleza, cazaría otros animales y se alimentaría de ellos. Por ello es fácil entender cómo los carbohidratos no serían parte de su dieta natural sino que, la evolución y domesticación que tuvo lugar hace miles de años, modificó su sistema digestivo para hacerle tolerar también otros alimentos.

Si fuera libre por naturaleza, los únicos carbohidratos que ingeriría el perro serían los presentes en el estómago de su presa.

Estas y otras interesantes consideraciones surgieron de la entrevista al veterinario nutricionista Oscar Pellegrini que les invitamos a escuchar.